En sus manos
Víctor Valdés volvió a confirmar en Stuttgart que es el mejor cerrojo de seguridad del Barça de Rijkaard
Víctor Valdés ha sido internacional en todas las categorías excepto en la absoluta y el ex entrenador de porteros del Barça Frans Hoek, llegado de la mano de Van Gaal, puso sus ojos en él como el diamante en bruto que era. Valdés superó etapas y, a pesar de cierta tendencia a desobedecer órdenes (se negó a jugar en el 'B' tras debutar en el primer equipo pese a que pertenecía al filial), su calidad se impuso y liquidó el eterno debate de la portería del primer equipo
Todavía no se sabe por qué Víctor Valdés no ha debutado con la selección española absoluta. Estamos investigando. Fue convocado una vez, en agosto de 2005, por lesión de Casillas, para un amistoso ante Uruguay. No jugó ni un minuto (fue suplente de su ex compañero Pepe Reina), pero lo extraño es que no haya vuelto más. La fórmula de Luis Aragonés, ese icono de la modernidad, para dar con un meta internacional es un misterio insondable, porque es prácticamente imposible hacer más y mejor que lo que hace Valdés bajo los palos del Barça.
El azulgrana es un equipo en el que hay que estar siempre en tensión, preparado para aprovechar las pocas oportunidades para lucirse que tendrá el portero a lo largo de un partido. Muchos metas han sucumbido a esa presión de recibir un solo chut y tener que pararlo. No es el caso de Víctor, que se ha consolidado aunque periódicamente salga quien reabre el debate de la portería.
La seguridad del conjunto de Rijkaard está hoy en manos de Valdés, que en Stuttgart volvió a dar un manotazo para espantar los fantasmas de las dudas que indefectiblemente acechan cuando uno es portero del Barça. Es una plaza difícil, y más si te has formado en el Mini, eres de Gavà y encima naciste en L'Hospitalet y no tienes la virtud de saber cultivar padrinazgos en sectores influyentes. Víctor se lo ha tenido que currar, venciendo además el lastre de un carácter difícil.
No tiene el don de gentes, la simpatía o las influencias de otros. Su gran amigo en el vestuario ha sido y es Andrés Iniesta, otro tipo que va a lo suyo sin preocuparse de hacer pasillos. Quizás porque no se deja abordar fácilmente, a Valdés le salen detractores cada vez que no detiene un balón. Por eso y porque, al fin y al cabo, está en el Barça y eso de que te pongan de vuelta y media (o que te busquen un Ustari año sí año también) va con el cargo.
Pero, de verdad, lo que resulta indescifrable es el entramado de motivos que hacen que aún no sea internacional.
4.10.07