"Me derrumbé, soy un sentimental"
"Todavía ahora no soy consciente de lo que hemos hecho. Es algo maravilloso, el final de un año perfecto. Mágico. Se lo debemos al míster, él ha sido la clave de todo. Él nos hizo entender que éramos capaces de todo. Y lo hemos conseguido. Además, ¡cómo lo hemos conseguido! Jugando bien, con un esfuerzo impresionante, currando lo que nadie sabe. Sabemos que hemos entrado en la historia, pero lo importante es que el Barcelona es una referencia mundial y vuelve a estar en la cima.
Para mí, lo más valioso es que se ha hecho con gente de la casa. Eso es un motivo de orgullo. Somos casi todos de aquí y ese sentimiento ha terminado por triunfar. Jamás podré olvidarme de esta temporada. La de Roma es una noche para recordar toda la vida, nos los merecíamos. Sabíamos que el Manchester nos iba a crear problemas, y así fue al principio, pero luego juntamos al equipo, apretamos con fuerza y nos pusimos a jugar a fútbol. Ése era nuestro camino. No teníamos otro. A partir de aquí, todo mejoró mucho.
Aún recuerdo la primera jugada del partido, con la falta de Cristiano Ronaldo. No agarré la pelota como quería porque botó un poco antes, pero estuvimos listos en el rechace. Sabíamos de la fuerza que tiene al pegarle la pelota, lo habíamos estudiado mucho. ¿La segunda con Cristiano? Es de esas jugadas en las que achiqué el espacio como me gusta y la pelota rebotó en mi cuerpo. Entonces pensé en el DVD que he revisado esta semana. Me encanta visualizar las cosas, intuir lo que puede pasar. Me lo sabía de memoria. Era siempre el mismo, pero contenía mucho material. Había jugadas de Ronaldo, de Rooney, de Berbatov, de Tévez... Era una forma de calmarme. Lo veía y me sentía mejor.
Cuando terminó el partido, me derrumbé. Soy muy sentimental. Estaba solo en el área, estirado en el suelo. Había miles de personas, pero estaba solo. Me puse a llorar. Me acordé de tantas cosas que me derrumbé: del esfuerzo que hemos hecho, de mi gente, de lo que cuesta llegar aquí, de mi hijo que nacerá pronto... Lo recuerdo y me emociono. ¡Es una pasada! Ahí en el césped te desfilan miles de imágenes en muy pocos segundos. Después te levantas y lo celebras con todos. Al acabar caí destrozado.
Vestí de negro porque últimamente jugaba con este color. Pero me habría gustado ir de verde como en París. ¿Por qué? Porque valoro mucho el trabajo que hizo Andoni Zubizarreta y él siempre vestía de verde en las finales. Pero seguro que también le gustó que fuera de negro, como los porteros antiguos.
No soy consciente de todo esto. Lo reconozco. En París necesité días para procesar lo que viví. Tendrá que pasar ese tiempo para verme un día sentado en el sofá y pensar: "Vuelvo a ser campeón de Europa".
29/06/09
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